LA FAMP PIDE "MODULAR" EL POTA

El Pacto Andaluz de la Vivienda, que prevé la edificación futura de hasta 300.000 viviendas protegidas en toda la Comunidad, está más cerca de plasmarse tras la reunión mantenida ayer por el presidente de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP), Francisco Toscano, y el mandatario andaluz, Manuel Chaves.

Eso sí, podrá haber un documento consensuado antes de que finalice el año, según los deseos de la Junta de Andalucía, como contrapartida a la suscripción del Pacto por la Vivienda, para que el Plan de Ordenación del Territorio de Andalucía (POTA) se «module» en función de las necesidades de crecimiento de los municipios.

Toscano aseguró que se plantó ayer en la Casa Rosa -sede de la Presidencia de la Junta- en «pie de igualdad» y como «corresponsable» de la planificación general que, en materia urbanística, se ejecute en Andalucía. Por eso, el representante de los ayuntamientos y alcalde de Dos Hermanas (Sevilla) hizo de abogado del «municipalismo» para que se escuche la voz de los consistorios en dos ámbitos profundamente relacionados: la adaptación de los planes generales de ordenación urbana (PGOU)a la ley andaluza del suelo (LOUA) y el papel que cumplirá la administración municipal para que el ambicioso Pacto de la Vivienda obtenga visos de realidad.

De este modo, desde la «corresponsabilidad» de los ayuntamientos y para que el acuerdo interadministrativo que hará viable la futura Ley de Acceso a la Vivienda «sea una realidad» y no una «ceremonia de grandes declaraciones», el presidente de la FAMP apotó por una flexibilización de los límites al desarrollo urbanístico que se plantean desde el POTA.
Así, Toscano reconoció que ha solicitado al presidente de la Junta y a la consejera de Obras Públicas y Transporte, Concepción Gutiérrez, que los límites al crecimiento del 30% para la población y del 40% del suelo consolidado previstos en el POTA «no se apliquen de forma general en cada municipio», sino que «se modulen» en función de los intereses de cada ayuntamiento, de modo que se establezcan «distintos parámetros» de crecimiento en virtud de las dimensiones, características y población de los municipios.

Toscano fue aún más explícito y se mostró partidario de «escalonar» los márgenes de desarrollo: «Es algo que debemos aún concretar, pero la administración autonómica podría acoger una propuesta de la FAMP para modular estos límites dependiendo de si el municipio tiene menos de 10.000, 5.000 ó 2.000 habitantes».

La Junta mostró su disposición a atender esta demanda, lo que contradice unas declaraciones recientes de Chaves, que abogó por el estricto cumplimiento del POTA.

Esta exigencia de la federación andaluza de municipios se presenta acompañada de una «actualización» de los parámetros de residentes que se manejan por vivienda «para adaptarlos a la nueva realidad social». De este modo, Toscano quiere que la media de 2,7 habitantes por vivienda que maneja la Junta a la hora de evaluar los PGOU de los municipios se reduzca, dejando, de este modo, más margen para el desarrollo urbano de las localidades. El presidente de la FAMP pidió también que los desarrollos industriales no computen en el porcentaje de suelo limitado por el POTA.

La FAMP busca igualmente que los ayuntamientos tengan la posibilidad de ajustarse a la LOUA en «tres o cuatro meses», aliviando el peso burocrático de las gestiones mediante una suerte de «ventanilla única urbanística» y permitir, con ello, que el «cien por cien» de los municipios se adapte a la Ley, cumpliendo siempre con la estimación del 30 por ciento para VPO, de modo que la oferta se ajuste a la demanda.

http://www.larazon.es/noticias/noti_aut31033.htm